MA F-1 en Mendoza, 9° (04-08-68)

[Jorge Alejandro OCHOA]

Dos semanas después de su victoria en San Juan, en Mendoza, y nuevamente en tierra cuyana, Eduardo José COPELLO y su Cooper-Tornado se imponían en la MA F-1, en el escenario del autódromo General San Martín.
COPELLO se llevó clasificación, serie y récord de vuelta para BERTA, que se había quedado trabajando en Alta Gracia. Se dió el lugar de usar solo 3 de las 4 marchas, dado que la multiplicación le impedía usar la mayor (sobre marcha).
Cuando se accidentó su coequipier Nasif Moisés ESTÉFANO, paró dos veces. La 1° para ver el estado de ESTÉFANO, y la 2° para informar lo comprobado a boxes.
Días antes de la carrera se hablaba de un boicot a la misma si COPELLO corría con el Cooper. Afortunadamente no se llevó a cabo y el desarrollo fue normal. El caso COPELLO-Cooper, tiene una moraleja: el chasis no es todo. Es lo de menos. COPELLO gana por el motor y por su conducción. En lo que respecta a organización, su "team manager", Oreste BERTA, aventaja en mucho a sus rivales.
En Mendoza había vehículos con las relaciones más acertadas que otros, tal el caso de Víctor Hugo PLÁ y su Chevrolet, pero ni aún con un box perfectamente organizado podía hacerle fuerza al tándem COPELLO - Cooper - Tornado - Berta.
PLÁ fue el más destacado, fuera de COPELLO. No podía hacerles fuerza a ESTÉFANO ni a REQUEJO. Pero el accidente de Nasif, y la defección de REQUEJO por un palier, lo llevaron a ser escolta del campeón de TC.
Al momento de parar COPELLO en boxes para informar sobre el tema ESTÉFANO, PLÁ pasó a la punta, y COPELLO desconocía ello. En vueltas siguientes le avisaron y el sanjuanino volvió sin obstáculos a adueñarse de la mejor posición en carrera. El podio lo completó CIPOLIATTI, que llevó el auto del Automóvil club de Sunchales. Los hermanos SOTRO padecieron problemas varios.
Los mendocinos tenían 3 coches inscriptos. Uno de los más serios candidatos, Hugo SANMARTINO, no pudo largar porque la revisación médica lo encontró "falto" de acuerdo a los reglamentos.
MORICI, que conducía un enorme aparato, cortaba 200 mts antes de los virajes fuertes, regalando así mucho tiempo por vuelta. Francisco PERAL, como de costumbre, volvió a atrasar la largada de la final. Tulio CRESPI apareció como siempre: correcto y un poco indiferente, pero muy interesado en el auto de ESTÉFANO, de su producción. En la final, CRESPI llegó 4°, conduciendo un F-2 de 1500 cm3.
Las dos series se las repartieron entre COPELLO y ESTÉFANO. El campeonato de la categoría, ya apuntaba para el sanjuanino, que aparecía imbatible para sus rivales.