Ford Falcon 2.3 - 1983
Se juega el clásico
https://www.testdelayer.com.ar/pruebas/ ... con-23.htm
Revista Corsa Nro 906. Octubre de 1983
La incorporación del motor "chico" de cuatro cilindros es la modificación más importante en la historia de este auto. Así un clásico se juega con una carta brava en la consideración general. A partir de este hito se puede comenzar a escribir un nuevo capítulo en la trayectoria de uno de los modelos más exitosos de nuestro país, indudablemente "el" auto de Ford. Lo probamos para usted
Siempre, para evaluar cualquier objeto, hay que considerar el entorno y las causas que lo dieron como resultado. Por eso, con este auto en particular, debemos hacer una serie de consideraciones antes de entrar en el análisis frío.
El Falcon es el Falcon. Por más que la línea sea antigua, a pesar de la constante remodelación, aunque aún traiga soluciones que otros ya han desechado hace tiempo, aunque a los puristas les produzca cierto rechazo. El Falcon es el Falcon. Y por algo es. No en vano se ha ganado la reputación que tiene. Y cuando un auto tiene ese prestigio puede darse el lujo de ignorar el paso del tiempo. Muy honestamente el Falcon juega sus cartas, por eso no es su concepción la que está equivocada, sino la de quienes pretenden encontrar en él otra cosa que la que realmente es.
Vamos a un ejemplo: el popular "escarabajo" de Volkswagen. Comparando con una Renault Fuego es algo así como... antiguo ¿no? Sin embargo es tan vigente como aquélla, simplemente porque es lisa y llanamente otra cosa. La comparación no es válida.
Y es el público el que determina la vigencia de un auto, no la fábrica, ni la publicidad, ni nada parecido. Nada menos que el público, un juez inapelable. Por eso hay que respetar sobre todas las cosas al Ford Falcon, porque la gente lo llevó al lugar de privilegio en que está.
Claro que, con la incorporación del motor cuatro cilindros, este auto inicia una nueva etapa que puede marcar cambios importantes de rumbo. Hay que estar entonces atentos a lo que puede suceder, ya que cuando un clásico pretende cambiar, corre el riesgo de dejar de serlo.
Es cuestión de abrir los ojos y esperar.
De todos los ángulos
Cuando se evalúa un auto generalmente se comienza dando una vuelta alrededor. La línea del Falcon, entonces, no es precisamente moderna, de manera que en base a lo expuesto más arriba vamos a llamarla tradicional. En todo el entorno se ha trabajado la carrocería mediante apliques de concepción más moderna. El resultado se puede calificar como bueno, dado que el diseño básico ha sido modificado anteriormente en varias oportunidades, estrechando cada vez más este campo de acción. La terminación tiene algunos puntos flojos que hacen bajar el promedio, por ejemplo la unión de algunas baguetas en medio de piezas enterizas de carrocería (guardabarros trasero y techo), el zócalo pintado de negro o el color desparejo de los plásticos de ornamentación.
La resolución del interior tiene entre sus aspectos positivos la incorporación de luces de cortesía, traba magnética de buen funcionamiento y buena accesibilidad. La terminación es buena.
Ovalitos
Lindo sistema de traba magnética de puertas. Resulta cómodo no tener que cerrarlo con llave. Especialmente cuando llueve y uno porta un llavero cargadito ¿no? El único inconveniente que tiene el sistema es que no es apto para distraídos, ya que es fácil olvidarse la llave puesta y cerrar, con el consiguiente llamado a la patrona para juntarse con el duplicado que está en la mesa de luz...
El asiento delantero enterizo nos parece una concepción un tanto antigua. Hasta el presente se lo justificaba mediante el argumento de que así se ampliaba la posibilidad de llevar un tercer pasajero adelante, pero a partir de la incorporación de la palanca al piso esto queda automáticamente descalificado. Además, el asiento de tipo plano, como éste, sumado a la suavidad del tapizado, produce un resbalamiento de los ocupantes en los virajes cerrados. Pero la palanca de cambios no solamente dejó de lado la posibilidad de la tercera persona (el famoso eterno triángulo) sino que, además, en combinación con el cenicero produce una molestia. Ocurre que con el posapuchos abierto la mano toca contra él al poner la tercera velocidad. La pobre palanca no tiene nada que ver en esto, sino que es el cenicero que está mal ubicado, quedando además muy bajo con respecto a la altura del torso. Así, hay que andar tanteando con el pucho provocando a veces el volar de cenizas.
Claro que ya que estamos hablando también de la palanca de cambios viene a cuento comentar que el accionamiento de la caja es uno de los puntos a favor del auto. Sin juegos libres y con precisión la palanca se desliza en cada marcha sin necesidad de esfuerzos extra por parte del conductor. El escalonamiento de las marchas también tiene gran importancia en este coche. En primer lugar porque una caja bien escalonada descansa y preocupa menos a quien está al volante; y mucho más aún en este vehículo, donde la potencia del motor en relación al peso del auto no sobra. Entonces una caja como la que trae el Falcon se hace notar, porque no hay saltos entre cambios y el motor se aprovecha así íntegramente al no "caerse" de vueltas entre marchas.
Entre las modificaciones del casco que se han incorporado se destaca la del baúl. Una reubicación del tanque de nafta y la rueda de auxilio, que quedó así mas baja, permiten ganar espacio libre para equipaje. Se pretendió lograr que el piso del baúl quedara plano, pero la rueda aún sobresale lo suficiente como para que así no sea. De esta forma el piso, que pretende ser unificado mediante la cobertura de una alfombra, queda con protuberancias que lo hacen incómodo. Además, entre los recovecos que tiene (por ejemplo en el fondo, contra el respaldo del asiento) se introducen las cosas de tamaño chico.
Manejando el "chico"
El arranque instantáneo gratifica. Este es uno de los puntos que hacen que la gente adopte autos como el Falcon. En cualquier condición el motor se pone en marcha inmediatamente
y el cebador automático recientemente incorporado lo mantiene sin que se pare. Se puede salir sin demora, sin tener que esperar que se caliente, ya que no tironea ni se para. Especial para ansiosos y para aquellos "gamuzas" como nosotros, que calentamos el auto circulando lentamente, como debe ser.
En ciudad la maniobrabilidad se mejoró bastante, básicamente en base al menor peso (por el motor chico). En el tránsito pesado se nota un poco el tamaño del Falcon y el peso. La aceleración es, por supuesto, menor que el modelo "grande", aunque suficiente para moverse con comodidad. Al tener menor peso adelante la dirección se nota más liviana, lo que nos hace pensar que con una servoasistida se ganaría mucho en confort.
En ruta es donde más se nota la falta de potencia del motor 2.3 litros. Pasar a otros vehículos se hace pesado por la falta de aceleración y en caminos desparejos se nota que "le falta" ese empuje del seis cilindros. La tenida no es de lo mejor. la direccional es bastante "flojita" a causa de que los vientos laterales influyen sobre la carrocería y las suspensiones copian las irregularidades del camino, provocando que haya que ir siempre corrigiéndolo, manejándolo para que vaya derecho. Es un auto susceptible a la huella. La tendencia del Falcon es a subvirar (sacar la trompa), lo cual es lógico dado que todo el peso está localizado adelante, aunque esto es menos notorio que en el modelo "6", ya que el menor peso del motor ayuda en este sentido. Lo feo es la poca adherencia del tren trasero, que apenas el piso se moja o se torna resbaladizo tiene tendencia a querer pasarlo al auto por afuera. En caminos desparejos se nota un zapateo bastante pronunciado atrás y hay que andar con cuidado para que la cola no se escape, ya que traerla de nuevo es dificultoso.
Los frenos son muy buenos. Un auto pesado siempre es un problema, ya que la fatiga se hace sentir (un amigo nuestro tenía un Ford A y lo detenía rozando contra el cordón varios metros. "Uso el freno municipal" decía). En el caso del Falcon testeado los frenos se mostraron muy eficientes, sin rastros de fatiga ni tendencias al bloqueo. El auto para derecho y da la sensación de ser más liviano al aplicarlos.
Vida interior
Pasemos un poco al interior. La accesibilidad es buena, resulta cómodo para subir, bajar y moverse. Una vez instalados y en marcha se comprueba que el confort de marcha ha progresado bastante. Poco ruido interior es el resultado de un buen trabajo de insonorización, no hay ruidos mecánicos y el motor se escucha muy poco. En ruta se puede conversar sin tener que andar a los gritos; esto hasta más o menos 110 kilómetros por hora, ya que después entra a tallar el ruido del viento por la forma de la carrocería. De todas maneras el confort de marcha evolucionó bastante, no hay tironeos, clicks o clacks de ningún tipo. Da la sensación de ser un aparato mecánico muy afiatado, sin juegos libres.
En cuanto a comandos, el volante de dirección tiene un diseño muy discutible estéticamente, pero es muy cómodo y no resbala, que es en definitiva lo que importa; además se lo ha elevado con respecto a modelos precedentes lo que redunda en una mejor posición de manejo (eliminando la tradicional franela en la panza que se colocaban los gordos para no manchar la ropa con el roce ¿se acuerda?).
Lo metimos en una antigua calera en Olavarria. La chimenea corresponde a uno de los hornos de piedra
Lo incómodo de este auto es el conjunto de comandos a tecla agrupados en la parte izquierda del tablero. Allí se encuentran los mandos de los accesorios (antena, luneta térmica, etc) y los del limpiaparabrisas y luces. Estos dos últimos son los que realmente se hacen sentir como realmente incómodos. Quedan totalmente fuera del campo visual del conductor y hay que adivinar al tanteo donde están. Usted imaginará lo incordioso que es en un día de lluvia tener que andar buscando la tecla del limpiaparabrisas a cada rato sin encontrarla. Andar desviando la vista del camino en esas condiciones no es nada agradable.
Pasemos a algo lindo. El auto viene bien equipado en el rubro accesorios, vidrios tonalizados, luneta térmica, traba magnética de puertas... lástima que no venga con pasacassette. Se nos ocurre que a esta altura la inclusión de este elemento junto a la radio no es demasiado complicado como para justificar su falta. Sería conveniente, además, que se colocaran parlantes atrás, ya que posee solamente dos adelante, provocando que los ocupantes del asiento delantero deban soportar la música más fuerte para que los de atrás la reciban correctamente.
Habría que rever también el comando interior de los espejos retrovisores externos. Ocurre que moviendo la perilla no alcanzan la posición de altura correcta. En otras palabras, quedan apuntando al piso. Así, se hace necesario bajar la ventanilla y aplicarle el dedote para subirlo, con el consiguiente peligro de que alguna señora anciana le grite que señalar es mala educación. Otros detallecitos que le encontramos al interior son el comando del guiño de la luz alta y bocina, que está invertido en su movimiento respecto de la costumbre y el accionamiento duro de la manivela de las ventanillas, Un párrafo aparte para el cambio de luces (alta a baja) ubicado en el piso, sobre la izquierda. Es un sistema antiguo e incómodo. Imagínese que si uno tiene el embrague apretado, y debe hacer el cambio de luces no puede, porque hasta ahora el ser humano viene con dos pies solos, para desgracia del fútbol, que podría jugarse con menos gente si tuviéramos tres piernas (además, lo difícil que sería hacer un "caño" ¿no?).
El sistema de calefacción es bueno y responde a las expectativas; no así la aireación que resulta insuficiente. Un ejemplo de esto es que el auto posee salidas de aire orientables en el tablero, pero si uno abre las tapitas de ventilación que vienen cerca del lugar para colocar los pies, aquellas se quedan sin aire "absorbidas" por las últimas.
Final respetuoso
Al comenzar este test hicimos una serie de consideraciones muy válidas que deben ser tenidas en cuenta para juzgar este auto. Fieles a ellas, solamente podemos decir que "el Falcon es el Falcon". Una frase que, encogiéndose de hombros, espetará cualquier dueño de este auto ante la pregunta: ¿Usted, por qué lo compró?.
Boletín de calificaciones
5: Excelente - 4: Muy Bueno - 3 Bueno - 2 Regular - 1 Malo
Estética
2
A pesar del remodelado constante, la base es obsoleta
Habitáculo
2
Mejorado con respecto a los anteriores. El asiento delantero enterizo no se justifica con palanca al piso, además los ocupantes se deslizan en los virajes. Poco espacio para las piernas atrás, a pesar de ser un auto "grande"
Posición de manejo
2.5
Mejorada en base a la altura del volante (levantado)
Comandos
2
Muy incómodo el sistema de teclas de la mayoría de los comandos
Instrumental
3
Lo poco que trae es bueno
Aireación - Calefacción
2.5
Aireación insuficiente. Buena calefacción
Terminación
2.5
Hay que mejorar detalles exteriores. En general buena
Visibilidad
2.5
Espejos retrovisores con problemas con problemas de regulación y un poco altos influyen en la visión lateral. Hacia adelante y atrás es buena
Accesorios
3
Faltaría la radio, con pasacasetes
Baúl
3
Grande, pero a causa del diseño se desaprovecha lugar. Incómodo
Velocidad máxima
3
Suficiente
Aceleración
2
Buena. No cabe esperar más
Frenos
3.5
Paran derecho y bien
Caja de velocidades
3.5
La buena relación de las marchas ayuda a paliar la falta de potencia del motor en relación al peso del auto
Embrague
3.5
Sin problemas
Dirección
3
El menor peso del motor la hace liviana
Consumo
3
Bueno considerando el peso, tamaño y que se utiliza nafta común
Confort de marcha
3
Poco ruidoso, bueno
Tenida en ruta
2
Hay que manejarlo constantemente, hasta derecho
Estanqueidad
3.5
Ausencia total de polvo
Luces
3
Suficientes
Maniobrabilidad
3
Con dirección hidráulica sería muy mejorada
Características técnicas
Motor
Diámetro por carrera 96 x 79.4 mm. Cilindrada 2.299 cm3. Potencia neta DIN 90 CV a 5.000 rpm. Momento motor DIN 15.5 mkg a 2.500 rpm. Relación de compresión 7.5:1. Orden de encendido 1-3-4-2. Avance de encendido 10 grados apms. Luz de platinos 0.43 - 0.52 mm. Luz de válvulas: Botadores hidráulicos. Combustible: Nafta común
Transmisión
Embrague monodisco seco tipo diafragma. Accionamiento por cable. Medida 216 mm. Caja de velocidades de 4ta con las siguientes relaciones 1era 3.65; 2da 2.14; 3era 1.37; 4ta 1:1 y MA 3.66:1
Frenos
Delanteros: A disco. Rotor sólido
Traseros: A campanas, autorregulables. Energizados por un servo montado en el parallamas. Relación de diferencial 3.54:1.
Dirección
Manual. Desmultiplicación 24.5:1.
Suspensiones
Delantera: Independiente. Resortes helicoidales con tensores montados sobre silent blocks. Amortiguadores telescópicos hidráulicos en interior de espiral
Trasera: Eje rígido. Con elásticos de hoja semielípticos montados en bujes tipo silent blocks. Amortiguadores telescópicos hidráulicos anclados entre la puerta y la carrocería
Dimensiones
Distancia entre ejes 2.781,3 mm Trocha delantera 1.412,3 mm Trocha trasera 1.384,3 mm Ancho total 1.780 mm Altura con carga especificada 1.402 mm Longitud total 4.715 mm Peso total 1.240 Kg
No tienes los permisos requeridos para ver los archivos adjuntos a este mensaje.